lunes, 29 de junio de 2015

Mambo

Para mí que estoy enfermo.
Hace tres meses que no juego a la pelota y en seis horas voy a intentarlo de nuevo.
La rodilla derecha no sé si está curada y tampoco sé si el traumatólogo me dice que sí, que está curada, y entonces le creo y ya me curé.

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"Buscás el dolor". 
Victoria.

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Mañana -en seis horas- voy a volver y voy a seguir pensando que, a pesar de respetarte, M., coincidimos en un momento de la noche con N. que ella -ella, C.- te mira como para siempre.

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"Trato de no pedir demasiado, ¿viste? No sé. El que da mucho también está pidiendo mucho... Para mí el amor es muy importante en mi vida, ¿no? En ese sentido, no soy una mujer tan moderna. Y trato entonces de descomprimir. Mi trabajo diario es distraerme un poco para que dé mejor resultado. Cuando descomprimo todo funciona mejor. Porque si no entro en mi propia trampa, ¿viste? Si me pongo a observar mucho al hombre termina siempre fallando".
Violeta.

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Me atravesó un rayo de pies a cabeza,
y todo cambió adentro y afuera de mí (en mi cara y en mi corazón).
Ahora me recorro con precisión,
y sólo atiendo mi lección (y sólo sigo mi propio GPS).

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¡Banzai!

viernes, 12 de junio de 2015

Periodistas

Ya no estaremos más —exclamó Fulgence—. Siendo periodista tú no pensarás en nosotros más de lo que la muchacha de la Ópera que, brillando, adorada, en su coche forrado de seda, ya no piensa en su pueblo, sus vacas y sus zuecos. Tú tienes en demasía las cualidades del periodista: el brillo y la improvisación del pensamiento. Nunca te negarás un rasgo de ingenio, aunque haga llorar a un amigo. Veo a los periodistas en los salones de los teatros. Me causan horror. El periodismo es un infierno, un abismo de iniquidades, de mentiras, de traiciones, que no se puede atravesar y de donde no se puede salir en estado de pureza sino protegido, al igual que Dante, por el divino laurel de Virgilio.

Ilusiones perdidas, Honoré de Balzac, 1835-1843