miércoles, 26 de diciembre de 2012

Luzbelito y Nottingham Forrest

Me presentó a Los Redondos mientras jugábamos una madrugada al PC Fútbol 5.0.
Leandro, mi primo.
Para la familia: Pichi.
Rulos rubiones, taciturno: la perfecta combinación entre la calma, la risa y la rabia.
Era de River. Era uno de esos que lloran por el fútbol.
Rumble Pack, baby fútbol, Teddy, Bariloche, Clonazepan y circo, Comunicación Social.
El más grande entre los varones.
Hasta que ese mediodía se hartó. De vivir, de jugar: de jugar a vivir.
¡Pum!
Todos hablaron.
En un sueño -¿sueño?- se me apareció: de chiquito y de adolescente.
“¿Todo bien?”, me preguntó el pibe.
El nene se me sentó al lado, sobre la cama.
Las piernas le colgaban: apenas le rozaban el piso.

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