martes, 9 de abril de 2019

El fantasma

Quiero confesar algo que nunca antes había revelado en público. Hará unos siete años fui a ver el derbi de Merseyside entre el Liverpool y el Everton con mi sobrino Daniel y mi hijo. Antes de que comenzara el partido, mientras hacía cola para comprarles algo de comida y bebida a los chicos, y una taza de Bovril bien cargado para mí, a unos cinco metros de mi posición, en una cola paralela, vi lo que me pareció el fantasma de mi padre. Quiero decir que era él. Tuve la seguridad de que lo era. Me quedé observándolo un buen rato, aunque él estaba orientado en la misma dirección que yo y no me devolvió la mirada. Pero la forma de su cara, su nariz, su piel morena picada de viruela, su papada, su pelo, sus andares... Todo era idéntico.
No dije nada, les di a los chicos sus cosas y vi el partido. Ganamos por 2 a 0 y Steven Gerrard marcó. Salimos de allí felices. En el coche de mi sobrino, de regreso a Birmingham, donde él vivía, con mi hijo durmiendo en el asiento de atrás, le referí tímidamente mi historia a Daniel, que conoció bien a mi padre de pequeño. Él también lo había visto.

En qué pensamos cuando pensamos en fútbol, Simon Critchley, Sexto Piso, 2018