jueves, 20 de octubre de 2022

Víctima

Mateo y Blixen, sobrino y gata.


Es tan bueno quejarse. Pero, ¿y cuando el hechizo se vuelve contra el hechicero? Es decir, empiezas por exagerar un poquito aquí, un poco allí, porque ves que no impresionas lo suficiente y quieres conseguir la comprensión que mereces. Pues bien: exagera un poco aquí, exagera un poco allí y el hechizo se volverá contra el hechicero cuando tú, sin darte cuenta, empieces a creértelo. Y, sin comprender cómo, pasas a ser una víctima profesional.

Una víctima profesional obtiene algún placer. El placer de llamar la atención, el placer de recibir piedad. Pero ese placer, con el tiempo, va siendo cada vez más difícil de conseguir. Primero porque la gente se va cansando y lo máximo que da es una piedad distraída. Segundo, porque la víctima habitual poco a poco se va convenciendo de su infelicidad y ya no hay consuelo que la consuele.

Y, además, está lo siguiente: ser víctima profesional acaba marcando la cara como de víctima, se empieza a tener un aspecto lamentable… Y nadie lo lamenta, solo tú misma.

[Clarice Lispector, 1960]

Ver repentinamente que estás o has estado apegado a tu dolor puede ser muy impactante. En el momento de darte cuenta, ya has roto el apego.

El cuerpo-dolor es un campo energético, casi como una entidad, que se ha alojado temporalmente en tu espacio interno. Es energía de vida que se ha quedado atrapada, energía que ya no fluye.

Por supuesto, el cuerpo-dolor existe por ciertas cosas que ocurrieron en el pasado. Es el pasado vivo en ti, y si te identificas con el cuerpo-dolor, te identificas con el pasado. Tener identidad de víctima es creer que el pasado tiene más fuerza que el presente, que es lo opuesto a la verdad. Es creer que otras personas, y lo que te hicieron, son responsables de quien eres ahora, de tu dolor emocional y de tu incapacidad de ser tú mismo.

La verdad es que el único poder existente está contenido en este momento: es el poder de tu presencia. Cuando lo sabes, también te das cuenta de que ahora mismo eres responsable de tu espacio interno —nadie más lo es— y de que el pasado no puede prevalecer ante el poder del ahora.

[Eckhart Tolle, 1999]

martes, 4 de octubre de 2022

El tatuaje de Diego

Distrito de Materdei, corazón de Napoli. Dos chicos juegan a la pelota en la canchita del Je so' pazzo, un centro social recuperado que había sido comisaría y hospital psiquiátrico.

–¿Quién es ese? –le pregunta uno al otro.
–¡Es Diego!
–¡Ya sé! El otro.
–Ah, el tatuaje de Diego.

"Je so' pazzo". "Estoy loco".